Toxicologia.net / Índice de tóxicos / Plantas / Principales plantas tóxicas / Corazón y ap. circulatorio - Acónito
19. Plantas
  Descripción  
  Epidemiología  
  Diagnóstico  
  Tratamiento  
  Principales plantas tóxicas  
  Bibliografía  
B1. Intoxicaciones por acónito
   

Figura 19
Acónito (Aconitum napellus)

 

 

- Botánica

El acónito, nepello o matalobos (Aconitum napellus) es una ranunculácea que crece en prados montañosos. Hojas finamente divididas en numerosos segmentos. Numerosas flores de color azul-violeta, con forma de casco, agrupadas en grupos racimosos al extremo de los tallos. Raíz dilatada que en ocasiones ha sido confundida con nabos (motivo más frecuente de intoxicación).


- Toxinas

Todas las partes de la planta son tóxicas, pero en especial la raíz y las semillas. La toxicidad se debe sobre todo a un alcaloide esteroideo, la aconitina, una de las mas poderosas toxinas vegetales, ya que menos de 5 mg (presentes en tan solo 5 gramos de raíz) pueden causar la muerte de un adulto, por su potente acción neuro y cardiotóxica. La raíz del acónito se ha usado en Asia desde hace más de 2000 años como agente homicida, como droga medicinal y como veneno para flechas.


- Manifestaciones clínicas

A los pocos minutos de haber ingerido la planta aparece sensación de ardor en la boca y garganta, dolor abdominal acompañado de vómitos e intensa sensación de sed, acompañada de dolor de cabeza y debilidad. Lo que confiere gravedad a esta intoxicación es la posibilidad de afección cardiovascular y neurológica: en primer lugar aparece una parálisis neuromuscular de tipo ascendente. Se asocia después hipotensión, shock y arritmias cardíacas. En algún caso la muerte se ha producido transcurridas tan solo dos horas tras la ingestión.


- Tratamiento

Es importante el vaciado del estómago, con emetizantes como la ipecacuana, o mediante lavado gástrico, en el que será recomendable utilizar una solución de tanino. No existen antídotos específicos para los alcaloides: el tratamiento debe ser sintomático y de soporte. Puede ser necesario administrar cardiotónicos o vasopresores, y en ocasiones la respiración asistida. El tratamiento debería ser realizado en el medio hospitalario.