D3. Intoxicaciones
por ricino y plantas afines |
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Figura 28
Ricino (Ricinus comunis)
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Figura 29
Falsa acacia o robinia
(Robinia pseudoacacia)
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- Botánica
El tártago o ricino (Ricinus comunis),
el jequirití, ojo de pájaro o árbol del rosario
(Abrus precatorius) y la falsa acacia o robinia (Robinia
pseudoacacia) son plantas arborescentes, cuyas semillas, habichuelas
de corteza dura y brillante, ornadas con diversas y llamativas
coloraciones, contienen potentes toxinas. Estas semillas se han
utilizado como cuentas de rosario, decoración de trajes
regionales, o como ornamentos de juguetes sencillos, por lo que
es posible la intoxicación incluso en el medio urbano,
lejos del lugar de origen de la planta. En el caso del ricino
son abigarradas, en tanto que las del jequirití son de
color anaranjado con un extremo negro.
- Substancias tóxicas
Se trata de toxoalbúminas. En el ricino se
encuentran la ricina y la ricinina.
En el jeriquití se han aislado el ácido
ábrico, la abrina y
la glicirricina. En el caso de la
falsa acacia la toxina responsable es la robinina.
Estas substancias producen hemólisis incluso a grandes
diluciones (de 10-6), y son dañinas además para
muchas otras células del organismo. La cantidad de toxina
contenida en 8 ó 10 semillas de ricino puede ser mortal
para un adulto. Entre la mitad y las dos terceras del peso de
las semillas del ricino lo componen una serie de glicéridos,
entre los que destacamos la ricinoleína,
principio activo fundamental del aceite de ricino, que se utilizó
mucho como purgante hace varias décadas.
- Síntomas
La intoxicación es de escasa gravedad si
se degluten enteras las semillas. Por el contrario, una sola semilla
masticada ha resultado mortal en algún caso. Los primeros
síntomas aparecen entre una y tres horas tras la ingesta,
y consisten en sensación urente en boca, acompañada
de nauseas, vómitos y diarreas. En los casos en que se
masticaron, se añaden signos neurológicos (somnolencia,
estupor, desorientación, convulsiones), cianosis, hipotensión
arterial, hemorragias, hemólisis, hematuria y finalmente
oliguria e insuficiencia renal.
- Tratamiento
Se procurará eliminar las semillas ingeridas,
por inducción del vómito con jarabe de ipecacuana,
o con lavado gástrico. A continuación se administraran
catárticos salinos. Se efectuara un tratamiento de soporte
lo más completo posible. Se llevará a cabo diuresis
forzada -importante aporte de líquidos- para evitar la
precipitación de hemoglobina o productos hemoglobínicos
en los riñones. En caso de presentarse convulsiones se
tratarán con diazepam intravenoso.
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