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13.3 Paraquat y Diquat
  Introducción  
  Epidemiología  
  Mec. de acción  
  Cinética  
  Dosis tóxica  
  Manif. clínicas  
  Diagnóstico  
  Gravedad  
  Tratamiento  
  Bibliografía  
  Autoevaluación  

Tratamiento

Paraquat

- Medidas de soporte y descontaminación.

Si hay deterioro hemodinámico tratar la hipotensión inicial y/o shock con expansores del plasma e incluso fármacos vasoactivos (dopamina) y monitorización invasiva (PVC, PCPm), por el riesgo de edema pulmonar tóxico que puede agravarse con las perfusiones intravenosas. En el tratamiento de la insuficiencia respiratoria hay que evitar la oxigenoterapia. Sin embargo, en presencia de hipoxemia severa emplear ventilación asistida con PEEP y la concentración de oxígeno más baja posible que permita saturaciones de oxígeno en sangre arterial alrededor del 90%. La administración de oxígeno a altas concentraciones puede exacerbar la toxicidad pulmonar del paraquat.

Para la descontaminación mucosa o cutánea hay que tener en cuenta, dado el carácter cáustico del PQ, la necesidad de una abundante irrigación durante 15 ó 20 minutos.


- Disminución de la absorción digestiva.

Objetivo muy importante ya que el PQ ingerido se absorbe rápidamente. Aunque el paciente haya vomitado, debe realizarse siempre de forma precoz un lavado gástrico muy cuidadoso (por las lesiones cáusticas), pero su eficacia es dudosa si han pasado más de 3-4 horas desde la ingesta. Administrar adsorbentes para neutralizar el tóxico presente en el tracto gastrointestinal: Tierra de Fuller (60 g disueltos en 200 ml de agua cada 4 horas, hasta 24-48 horas), bentonita de forma repetida o carbón activado a las dosis habituales. El carácter astringente de estos productos obliga a asociar un catártico (sorbitol o sulfato de magnesio) a menos que existan diarreas espontáneas y copiosas.


-Antídotos.

No existe ninguno eficaz.


- Aumento de la eliminación.

La eliminación del paraquat es casi exclusivamente renal. El aclaramiento puede superar los 200 ml/min si la función renal está conservada. Aunque la diuresis forzada no aumenta la eliminación urinaria debido a su escasa reabsorción tubular, es importante mantener el filtrado glomerular. La diuresis forzada debe hacerse de forma precoz y continua dado que se ha encontrado paraquat en orina a los 31 días de la ingesta.

Es depurable por hemodiálisis, hemoperfusión y hemofiltración arteriovenosa continua, pero su amplio volumen de distribución y el secuestro que se produce en determinados tejidos, hacen que estas técnicas no sean eficaces. Estas técnicas disminuyen de forma espectacular la concentración plasmática de paraquat pero la concentración recuperada es pequeña y existe además un efecto rebote. Tan sólo en una fase muy precoz, inferior a las 2 horas después de la ingesta, estaría justificada su utilización para disminuir de forma importante la carga corporal total del tóxico.

La administración de corticosteroides a dosis altas, solos o asociados a inmunosupresores, también se ha mostrado eficaz para reducir el daño alveolar y posterior fibrosis. Existen resultados esperanzadores con óxido nítrico inhalado.

El trasplante pulmonar, en fase precoz, ha fracasado en los casos en que se ha realizado. En fase tardía, cuando el tóxico ha desaparecido del organismo, puede ser una alternativa para algunos pacientes.


Diquat

Similar a las medidas adoptadas en la intoxicación por paraquat excepto la restricción de la oxigenación.

Interrumpir la absorción digestiva

Se ha propuesto realizar diuresis forzada.