Manifestaciones clínicas |
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- Intoxicación aguda
La intoxicación aguda por vía
digestiva se manifiesta en forma de un cuadro gastrointestinal
de tipo coleriforme (dolores abdominales, vómitos,
diarreas
profusas y deshidratación). Las intoxicaciones graves pueden
desencadenar un cuadro de shock
secundario a la vasodilatación y a la depresión
miocárdica.
También pueden aparecer alteraciones
del sistema nervioso central en forma de letargia,
delirio,
convulsiones
y coma.
Una polineuropatía
sensitivo-motora puede aparecer como secuela de la intoxicación
aguda.
En los supervivientes, pueden aparecer las
líneas de Mees en las uñas.
Figura 1
Presencia de las líneas
de Mees, a los 3 meses de una intoxicación aguda por trióxido
de arsénico (Cortesía del Dr. A. Dueñas). |
- Intoxicación crónica
Las manifestaciones clínicas ocasionadas
por la exposición crónica a compuestos arsenicales
es multisistémica. Las alteraciones
cutáneas van desde eritema,
papulas, vesículas, úlceras, hiperqueratosis palmo-plantar,
verrugas, hiperpigmentación
(melanodermia arsenical) y epiteliomas (espinocelulares y basocelulares).
El arsénico es irritante para las vías
respiratorias altas, puede ocasionar perforación del tabique
nasal y es cancerígeno pulmonar.
Puede ocasionar alteraciones digestivas en
forma de nauseas, vómitos,
diarreas
y dolores abdominales de tipo cólico. Pueden desencadenar
lesiones degenerativas hepáticas que pueden desencadenar
una cirrosis. También es un cancerígeno hepático.
Las alteraciones neurológicas se manifiestan
en forma de una polineuropatía
sensitivo-motora que afecta a las extremidades inferiores.
Pueden producir lesiones
cardiacas y vasculopatías periféricas
(de tipo gangrenoso). El arsénico puede ocasionar una hipoplasia
de tipo medular.
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