Tratamiento |
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La intoxicación aguda por opiáceos
puede ser una urgencia vital, pero tratada adecuadamente y a tiempo,
rara vez es causa de muerte.
Si el paciente presenta signos de cianosis
central, paro respiratorio, convulsiones, arritmias cardíacas
o paro cardíaco, es prioritario recuperar al paciente con
ventilación asistida, oxigenoterapia y maniobras de soporte.
La naloxona es el tratamiento de elección.
Se administrará preferentemente por vía intravenosa
(o subcutánea). La dosis inicial es 0.4-0.8 mg (0,01 mg/kg)
y se observará la evolución durante unos 2-3 minutos.
Cualquier cambio en el tamaño de las pupilas, frecuencia
respiratoria o estado de la conciencia, debe ser considerado como
una respuesta positiva. Si la primera dosis de naloxona no provoca
respuesta, se administrarán nuevas dosis de 0,4-0,8 mg
cada 2-3 minutos hasta que aparezca alguna respuesta o hasta alcanzar
un máximo de 10 mg. En casos muy graves (con apnea), puede
iniciarse la naloxona a dosis de 2 mg. En casos leves deben administrarse
dosis muy bajas para evitar un síndrome de abstinencia
intenso (0.1 mg cada 2-3 minutos, según respuesta).
Los efectos de la naloxona duran de 10-15
minutos. En casos de intoxicaciones graves o por opioides de larga
duración, es necesario administrar dosis repetidas con
intervalos frecuentes, recomendándose una infusión
continua (2/3 de la dosis que produce respuesta, cada hora).
En caso de intoxicación aguda por buprenorfina,
la naloxona, aún a dosis muy elevadas, solo revierte de
forma parcial y tardía la depresión respiratoria.
La eficacia clínica de la naloxona
en la sobredosis por heroína es espectacular, por lo que
es común que el paciente recobre rápidamente la
conciencia. Si se han utilizado dosis altas de naloxona en relación
al grado de sobredosis, aparece un síndrome de abstinencia
agudo y el enfermo puede entonces presentar conductas violentas
y/o fugarse del lugar de la asistencia.
En las intoxicaciones por vía oral,
puede realizarse un lavado gástrico y administrar carbón
activado junto a un catártico. Los opioides disminuyen
la velocidad de tránsito gastrointestinal.
El edema agudo de pulmón no cardiogénico
debe tratarse con medidas de soporte respiratorio y oxígeno.
No son eficaces los diuréticos, vasodilatadores o digoxina,
ni tampoco la naloxona. El cuadro se resuelve en 1-2 días
sin secuelas. Otras complicaciones se trataran de forma sintomática.
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