Tratamiento |
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- Asegurar la permeabilidad de la vía
aérea: aspiración de vómito o secreciones,
oxigenación e intubación orotraqueal y ventilación
mecánica si se precisa.
- Impedir la absorción del tóxico:
lavado gástrico y corporal, carbón activado y catárticos.
- Atropina
Contrarresta los síntomas muscarínicos,
en especial la hipersecreción bronquial y las bradiarritmias.
Su semivida es de 70 minutos,
- Dosis: de 1-5 mg
cada 5-10 minutos en adultos por vía i.v. y de 0.02-0.05
mg /kg en niños hasta conseguir signos de atropinización
(midriasis, sequedad de piel y mucosas).
En casos graves puede ser administrada en
perfusión continua (0.02-0.08 mg/kg/h).
Efectos secundarios: paresia intestinal y
delirio atropínico.
- Oximas:
En los IOF reactivan la colinesterasa actuando
sobre los síntomas nicotínicos al eliminar el grupo
fosfato de la enzima.
Deben emplearse de forma precoz antes de las
primeras 6 horas.
No existe utilidad demostrada en algunos IOF
(dimetoato, fenitrotión, metildiazinón, dimefoxciodrin).
No indicadas en la intoxicación por
carbamatos (la regeneración de la colinesterasa ocurre
rápida y espontáneamente). El síndrome intermedio
no responde a la atropina ni a la administración de oximas.
Dosis: Pralidoxima: es eficaz para contrarrestar
los síntomas nicotínicos, muscarínicos y
sobre el SNC.
- Dosis: 10 mg/kg
iv (máximo 3 dosis) u Obidoxima 5 mg/kg (máximo
3 dosis)
Efectos secundarios: arritmias graves, bloqueos
A-V, manifestaciones digestivas.
- Medidas de depuración extrarrenal:
La hemoperfusión con carbón activado
o resinas no suele ser efectiva por el elevado volumen de distribución
de estos tóxicos y su escasa extracción.
- Contraindicados:
Aminofilina, succinilcolina, morfina y fenotiacinas
por aumento de riesgo de arritmias cardíacas graves.
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Figura 9
Protocolo de actuación en la intoxicación por insecticidas organofosforados. |
- Intoxicación crónica
No existe tratamiento farmacológico
para la neuropatía retardada por insecticidas organofosforados
o carbamatos.
Se han ensayado fármacos tales como:
corticoides, dopamina, nifedipino, y verapamil.
Las medidas de rehabilitación han demostrado
ser útiles.
La evolución va a depender de la gravedad
inicial y del cuadro clínico. Los cuadros leves suelen
recuperarse totalmente y los severos quedan con secuelas de por
vida.
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