El Renacimiento |
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Hace falta llegar a la conjunción de circunstancias que
provocan la eclosión del Renacimiento para que se produzca
el primer punto de aceleración: un incremento en el número
de productos naturales conocidos.
El Renacimiento es una etapa de despegue cultural de la humanidad
en la que intervienen y se conjugan diversos factores. Una de sus
consecuencias son los descubrimientos geográficos, la etapa
de los grandes viajes a América y Oriente. Ello trajo el
conocimiento de los productos propios de estas regiones, muchos
no existentes en nuestro medio.
Sobretodo la introducción de las plantas americanas significó
un aumento considerable de los conocimientos sobre el mundo vegetal.
En este sentido destaca la introducción de productos tan
importantes en toxicología como el tabaco o la coca, el curare
o el mescal. Su empleo se introdujo lentamente a lo largo de varios
siglos. Es la etapa de la primera ampliación de los tóxicos
de origen natural.
La introducción de la imprenta facilitó una mejor
difusión de los conocimientos. A partir de fines del siglo
XV aumenta la publicación de libros sobre los tóxicos.
El primer texto específico que tuvo una cierta difusión
es el de Sancte de Ardoynis de 1492.
Asimismo se imprimen los textos clásicos, llevados en parte
a occidente por los sabios griegos huidos de Bizancio. Son importantes
las ediciones comentadas de Dioscórides, a cargo de Mattioli
y Laguna, y las de Nicandro, sobre todo la versión de Grévin.
Este periodo dura algo más de dos siglos. Entre los autores
de mayor interés destacan Teofrasto Bombast von Hohenheim,
conocido como Paracelso (1493-1541), Jerónimo Mercurial a
fines del XVI y Richard Mead, inglés, a principios del XVIII.
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