Tóxicos que
pueden dañar el genoma |
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Un capítulo aparte lo constituyen aquellos tóxicos que
pueden dañar el genoma. Es estos casos, pueden formarse aductos
suficientemente estables como para que en el siguiente ciclo de duplicación
del ADN se produzcan mutaciones.
Si estas mutaciones se producen en proto-oncogenes o genes supresores
de tumores (como el TP53), puede desencadenarse un proceso neoplásico
(fig 11).
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Figura 11:
El destino celular
después de la agresión tóxica puede ser
la muerte por necrosis o apoptosis o bien la formación
de un clon preneoplásico. |
Habitualmente estas mutaciones convierten a una célula normal
en una célula parcialmente iniciada, pero mantenida silente
por mecanismos homeostáticos del entorno tisular. Deben aparecer
nuevos factores promotores, químicos o hormonales, para hacer
entrar a esta célula en las subsiguiente etapas de la transformación
neoplásica (fig 12).
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Figura 12:
El cáncer resulta
de la interacción de distintos eventos de genotoxicidad
y de diversos fenómenos de promoción aún
no bien comprendidos. Algunos tóxicos actúan
como iniciadores induciendo mutagénesis, sin embargo
otros productos son carcinógenos sin que haya evidencia
de genotoxicidad, |
En la actualidad se conocen diversos carcinógenos (hidrocarburos
aromáticos, aflatoxinas, nitrosoaminas), que pueden actuar
como genotóxicos iniciadores mutagénicos dañando
al ADN. Sin embargo para otro tipo de productos de reconocida carcinogenicidad
(fibras de asbesto, arsénico, compuestos de cromo), el mecanismo
de acción no se encuentra aún plenamente esclarecido.
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